La menopausia afecta a tú piel. Esto es algo que ocurre durante el cambio hormonal que experimentamos entre los 45 – 55 años y de forma progresiva.A medida que los estrógenos van desapareciendo los órganos se resienten, lo mismo ocurre con la piel y el cabello.
¿Por qué?
La epidermis y la dermis se afinan, pierden grosor y elasticidad, de ahí que los primeros síntomas se manifiesten en la piel ya que los cambios son múltiples: SEQUEDAD, TIRANTEZ, PROFUNDIDAD EN LAS ARRUGAS, FLACIDEZ…, sobre todo si no ha sido lo suficientemente cuidada. Además, con la menopausia, se desorganiza la producción de colágeno y la distribución homogénea de la melanina produciendo más flacidez, melasmas y manchas seniles, que no siempre son oscuras. ¿Cuáles son los mejores aliados de la piel? Cuidar la piel de rostro y del cuerpo es la base de nuestro objetivo. No exponerlo mucho al sol, aplicar cosmética adaptada a la necesidad de cada momento, aportando los oligoelementos que las células necesitan para seguir nutriéndose. No rendirse y seguir rigurosamente los tratamientos que nuestro centro de confianza nos indique, hará que nuestra piel no sufra las consecuencias de los cambios. La ingesta de frutas, verduras, beber de 2 a 3 litros de agua diarios y realizar un ejercicio moderado, son hábitos saludables a tener en cuenta para un mejor resultado. Ponerle freno a los años no es sencillo, pero tampoco imposible. Los cuidados preventivos, los hábitos cosméticos y los tratamientos de choque son los mejores aliados para la flacidez. El éxito de la constancia será lucir una piel más redensificada y firme.